Comer en Madrid en los mejores Restaurantes

Este viernes nos acercamos 4 personas a comer a un restaurante Persa, al centro de Madrid, el Restaurante se llamaba Esfahan, y se encontraba muy cerca de Plaza España, en la calle San Bernardino, en esta calle y en esta zona, posiblemente exista la mayor concentración de Restaurantes con comidas típicas de paises  exóticos de todo Madrid.

Entre los númerosos platos que  podemos degustar en el Restaurante Persa Esfahan, teníamos que comprobar si su plato más afamado, el  “Bagali Polo” consistente en un plato de Cordero al Horno al estilo Persa con arroz verde, se había ganado merecidamente este honor, ya que en alguna ocasión nos lo habían descrito como uno de los mejores platos de cordero que podíamos degustar en Madrid, y no podíamos pasar la oportunidad de comprobarlo.

Sigue leyendo y descubre  que tal fue la experiencia en este Restaurante Persa

El Restaurante Esfahan, esta situado muy cerca de Plaza España, según bajamos desde la Gran Via, nada más llegar a Plaza España girando a la derecha enseguida nos encontramos con la calle del Restaurante Esfahan,  en esta zona, como es habitual  en todo el centro de Madrid o viajamos en transporte público o debemos de dejar el coche en un Parking, que en esta zona concretamente hay varios, incluso uno justo en frente del restaurante.

El Restaurante consta de 1 salón alargado, dividido en dos partes por dos columnas con un  arco de medio punto, las paredes estan llenas de elementos árabes antiguos y en las partes bajas de las paredes, encontramos telares de alfombra revistiendolas, por todo el salón.

La mesa no tenía ningún elemento decorativo y no hechamos de menos ningún elemento, tanto las mesas como las sillas de madera.

Uno de los elementos que teníamos claro que ibamos a pedir era el plato de cordero llamado “Bagali Polo”, el resto de los elementos que iban aconformar nuestra cena eran a priori una incognita, después de ver la carta decidimos  pedir para compartir,  2 primeros y 4 raciones de pan pita, los primeros que pedimos fueron un entrante caliente el  “Pizza Pita” y un entrante frio el “Panir”, para beber a parte del agua, pedimos una botella de vino rosado Gran Feudo, que luego se convirtieron en dos (sin que hubiese milagro de por medio).

Lo primero que nos trajeron a la mesa para comer, fueron las raciones de pan pita, con una  presentación acorde al restaurante, entre paños y dentro de una cesta, con pitas de buen calibre, servidas  frías, hicierón que nos las comieramos como  acompañante del “Panir”, pero su sabor no nos trasmitió nada interesante.

El vino que pedimos, era un vino rosado Gran Feudo del 2010,  el único vino rosado de  su carta,  un vino con color rosado intenso con  olor  afrutado y con sabor dulce y fresco, servido bien frio hizo que tuvieramos que pedir una segunda botella antes de acabar la cena.

Para los que se hayan preguntado que es el Panir, ha llegado la hora de bajar el telón y presentarselo,  en este Restaurante, el Panir lo llaman a una ración de queso feta, acompañado de tomate y pepino, aliñados con aceite y especias.

Es una conjunción de elementos, vistosa y que combinan bastante bien y que estamos habituados a ver, todos los elementos del plato tenían buen sabor, pero el queso feta me dió la sensacion de estar un poco más frio de lo normal y por tanto un poco más duro de lo acostumbrado, aun así, es un plato que a los que les guste este queso les va a encantar.

Después del entrante frio, pasaron a traernos el primer plato caliente que habíamos pedido, la Pizza-Pita, básicamente es una pizza realizada con pan de pita y con otra capa de masa de pan pita por encima,  rellena de carne con queso y una salsa de tomate y especias.

Recien horneada y servida en la mesa caliente, desprendia un buen olor que hizo que comenzaramos a probar este plato, de primeras la sensación que te trasmite es  muy sabrosa y bastante intenso, aunque tuviera poco relleno,  y la sensación de ser mucho más ligera que una pizza,  un plato delicioso que se lo recomendamos a todos a los que se acerquen a este restaurante.

Después de los entrantes pasamos a los segundos platos, pedimos dos brochetas de pollo, el Yuye Kebab y el Morg Germess, el plato de cordero “Bagali Polo” y un Entrecot ZamZam.

El Morg Germess, hace  las delicias de los amantes del picante, el pollo tiene un gran sabor, un sabor a barbacoa que se intensifica poco a poco cuando vamos notando el sabor picante de las especias que hacen que nos salgan los colores, por favor abstenerse los delicados de estomago o a los que nos les guste el picante ya que pueden dejarse el plato en la mesa.

La segunda brocheta de pollo, que recibimos con alegría en la mesa, fue el Yuye Kebab, según reza en la carta, pollo coquéeles a la barbacoa, un plato bastante vistoso, con  buen sabor, buena textura y un ligero toque a barbacoa, que nos dejo algo indiferentes, aunque con buen sabor de boca.

El siguiente plato erá el más esperado de la noche, y por el que nos acercamos a este restaurante a cenar, el plato de cordero “Bagali Polo”, el más esperado, pero finalmente, no el mejor de la noche, el cordero estaba sepultado en “arroz verde”, consistente en arroz basmati con habas, en cuanto al cordero estaba bastante tierno y tenía buen sabor, pero no nos pareció nada espectacular, o con un sabor que sea nada novedoso, se quedo en un plato de cordero con arroz, eso si, el arroz bastante bueno.

El plato estrella de la noche y que más nos gusto a todos fue el Entrecot ZamZam, consistente en un entrecot troceado con salsa de miel y cebolla caramelizada, que hizo las delicias de los cuatro comensales que estabamos en la mesa, este entrecot tenía la carne bastante tierna en donde se mezclaba el sabor de brasa con el sabor dulce de la salsa que sorprendentemente combinaban a la perfección y que le dió una ración de gusto a nuestro paladar,  toda una esquisitez que hizo que se nos olvidara nuestro disgusto del cordero y que disfrutaramos en cada pinchada de este plato. MUY RECOMENDADO ¡¡¡¡.

Después de los platos principales de la cena pasamos a los postres,  pedimos un variado de dulces persas llamado “Aladin” y una ración de Tarta de Chocolate del Sultan.

El plato de dulces variados persas, constaba de cuatro elementos,  todos ellos tenían buen sabor, tenían en común o el elemento de la miel o de frutos secos, de los cuatro destacaba el que aparece en la foto en la parte superior derecha que tiene una forma de red inflada, este postre con mucho sabor a miel y con un toque crujiente estaba delicioso.

Tengo que pedir perdón por no haber prestado mucha atención a los postres anteriores, pero es que delante mia tenía ESTA MARAVILLA ¡¡¡¡¡ , la Tarta de Chocolate del Sultan, y claro con esto delante  es díficil abtraerse,  esta tarta de chocolate, con más chocolate fundido, ESTABA MORTAL ¡¡¡, muy jugosa y con muy buen sabor, logró que prestara toda mi atención en ella  y que nos deleitaramos con este postre apto y recomendado para los más golosos. SEGURO QUE OS GUSTA

Con los postres para acompañar nos pedímos un par de tes persas de Cardamomo.

y un té de menta.

Tras lo que nos trajeron la cuenta con una sopresa, unos conguitos, para endulzarnos un poco “la dolorosa”.

La cuenta fue de 121 €

Siendo cuatro comensales, tocamos a 30 € por persona, siguiendo en nuestra línea de no privarnos de nada y habiendo pedido dos botellas de vino,   la comida en líneas generales estaba bastante buena, pero hubo algunos platos flojos o no tan buenos como esperabamos, una buena alternativa para probar comida diferente.

Y para acabar la invitación de la casa, unos chupitos.