Comer en Madrid en los mejores Restaurantes

Este Sábado tuve la oportunidad de comer en uno de los Restaurantes con más nombre de Madrid, y uno de los más conocidos en España, El Asador Donostiarra, lugar de ilustres comensales, reuniones y de celebraciones por todo lo alto, todos hemos oido hablar de él y pocos famosos que visiten Madrid se privan de pasar por sus instalaciones.

Este Restaurante de cocina vasca tradicional, es uno de los mas afamados y siempre las cuentas suelen ser abultadas, ¿merecería la pena la cuenta después de la comida en el Asador Donostiarra?

Nada más entrar al local podremos ver que el Restaurante es mucho más amplio de lo que aparenta desde la fachada, se dividen en multiples salones, en varias alturas, con todas las vigas, columnas y partes de la pared de madera y con las paredes repletas de fotos de famosos que se han pasado por sus instalaciones, recuerdos de sus visitaantes y de cuadros con solera.

Las mesas totalmente tradicionales, aunque no les faltaba ningun elemento.

Antes de comenzar a cenar nos pedimos un par de cervezas, una de ellas con limón, mientrás decidíamos que ibamos a cenar nos sirvieron de aperitivo un par de trozos de chistorra y unas olivas con anchoas, un aperitivo caliente y otro frio, de buena calidad, que nos agradaron y que cumplieron con su cometido perfectamente.

Decidimos pedir un menu degustación para dos personas, de esta forma tendríamos la ocasión de probar más platos, decidimos cambiar el vino del menu y que nos trajeran un Muga Selección Especial del 2005 para que nos acompañara el resto de la cena.

Aunque no lo habíamos tomado antes, presagiabamos que iba a ser un vino de los que te invitan a seguir tomando trago y bocado, y efectivamente asi fué, de color rojo brillante con tonos granate, con olor afrutado y sabor intenso que hace que desde el primer trago sepas que has acertado en tu elección.

En el menú degustación que elegimos después de los aperitivos y de servirnos el vino el primer plato en llegar a nuestra mesa fue un plato de jamón ibérico y de queso manchego.

El jamón estaba cortado en lonchas bastante pequeñas y finas, de sabor nada especial y en donde el sabor del queso manchego si que destacaba y nos agrado mucho más que el jamón.

Después de la ración de jamón y queso nos sirvieron foie casero de oca, acompañado de una reducción de mermelada de frambuesa, muy vistoso, bien presentado y con un sabor insuperable, toda una delicia que nos agrado mucho y nos lleno la boca de sabor.

Después del foie vendrían dos platos llegados del mar, el primero de ellos, chipirones rebozados, una  buena ración de chipirones con un rebozado bastante ligero, que daba la sensación de acolchar a los chipirones, sin restarles nada de sabor.

El segundo plato proveniente del mar que nos sirvierón, fue el de gambas a la plancha, aunque en la foto solo salgan 4 gambas, tengo que decir que la ración completa de la que dispusimos fue de 6 gambas, eso si muy frescas y sabrosas, todo perfecto, pero tocamos a 3 gambas por cabeza, una ración algo escasa.

Después de estos platos para compartir, venía la elección de los platos principales, uno por comensal, en nuestro caso elegimos Chuletitas de cordero lechal  y una paletilla de cordero lechal.

Las chuletillas vinieron acompañadas de patatas fritas caseras, las chuletillas estaban tiernísimas con un sabor espectacular, y las patatas que les acompañaban estaban acordes a la calidad de la carne, un plato lleno de sabor que nos dejo el paladar extasiado.

El otro plato principal lo esperaba con ansia, Paletilla de cordero lechal en el Restaurante Asador Donostiarra, lo tenía paseando por mi mente como el titular de una pelicula de cine que estas esperando su estreno, uno de esos platos consagrados que siempre había tenido ganas de probar, pero que no había tenido aun ocasión de hacerlo.

Nervioso, recibí la paletilla con alegría, acompañado de pimiento verde y de patatas panaderas, un acompañamiento muy clásico que hacía presagiar algo bueno, la paletilla bien tostada por fuera y por desgracia con poca salsa.

La paletilla estaba muy tierna,  de buen sabor en donde la salsa iba ganando peso con el tiempo, aunque debido a su escasez desapareció muy pronto, en resumen una paletilla de buen sabor y de calidad, aunque me temo que en Madrid podemos encontrar mejores.

Después de los platos principales y antes de los postres nos acercarón un par de sorbetes de limón, con acompañamiento dulce.

De postre pedimos leche frita y arroz con leche, ambos postres estaban riquísimos, ambos eran totalmente caseros y tenían un sabor estupendo, recomendado para los más golosos.

Después de los postres nos sirvieron un par de frascas de licores, licor de hierbas y pacharan, unos sabores clásicos que siempre se agradecen.

Y de detalle al pedir la cuenta….una planta de regalo, un buen toque.

Tras la cena la cuenta….

La cuenta refleja los 2 menus degustacion de 65 € + IVA cada uno y el suplemento por pedir el Muga  Reserva del 2005.

En total 80 € por persona, creo que ha sido una de las comidas más caras analizadas en comer.es, pero el servicio y el trato fue impecable, todos los elementos fueron de calidad y salimos saciados, habíamos cenado muy bien.

Seguro que hay restaurantes en Madrid en el que podremos comer con caracteristicas similiares más baratos,  pero no es ninguna locura ir al Asador Donostiarra, nosotros volveremos.