Comer en Madrid en los mejores Restaurantes

Sábado por la mañana y  de visita en la zona de Vallecas, se acercaba la hora de comer, pensamos en acercarnos a un asador con solera en la zona a  comer cochinillo, pero aunque llamamos muy pronto no pudimos conseguir mesa, asi que pensando en sitios a los que acercarnos nos acordamos que hace menos de un año en Vallecas fuimos a comer a una marisqueria que por aquel entonces llevaba poco tiempo abierta y en donde cenamos en su día muy bien y muy barato.

¿Conseguiriamos volver a comer bien y barato?

El Restaurante Rosa, se encuentra situado cerca de la estación de tren de Vallecas, tiene una zona de bar con barra y luego al fondo tienen el salón del restaurante, un salón  que no es muy grande pero en la que todas las mesas estan cómodas, sin agobios, la decoración tiene toques marineros, aunque es bastante sencilla.

En cuanto a las mesas, la decoración tambien es bastante simple, sin que destaque nada.

Para picar nos acercaron un plato de setas con patatas fritas, un plato más de aperitivo del bar que del restaurante, las setas tenían un pase pero en cuanto a las patatas recalentadas eran poco aconsejables y totalmente insaboras e insalubres.

Para beber pedimos el Albariño que tenían en carta, Castro Baroña del año 2008, un vino premiado y bien valorado, que podimos disfrutar por poco más de lo que cuesta en el supermercado, un vino con color pajizo bastante brillante, intenso con un toque afrutado que deja un al pasar un toque dulce y potente, que nos gusto mucho y que gracias a la champanera que le acompañaba nos acompaño en la comida a la temperatura optima durante toda la comida.

Para comenzar pedimos ensalada Rosa, pero sin anchoas, que llevaba gambas, tomate, lechuga, atun, pimientos de piquillo y cebolla caramelizada, la ensalada que nos sirvieron tenía unas dimensiones bastante importantes y sin escatimar con los ingredientes, una ensalada muy vistosa y bastante sabrosa en cada pinchada independientemente de que te tropezaras con unos ingredientes u otros, la verdad que asi da gusto, cada pinchada un sabor distinto y todas llenas de sabor. Nos Gusto Mucho.

Para continuar otro de esos platos que para mi son fetiche, Las Gambas al Ajillo, un plato sencillo con el que me he llevado más alegrías que penurias que siempre que tengo ocasión, si puedo aprovecho para pedirlo y satisfacer esa parte de  mi cerebro al que se le suele antojar este plato. Como parece que es una constante en este restaurante, llegan las gambas al ajillo en su  cazuelita de barro, y podemos constatar al instante de que “no han reparado en gastos” (perdonarme, pero tenía ganas de decir esta frase desde que veía los dibujos animados MOFLI, aunque es mas recordada en boca de John Hammond en Parque Jurásico), las gambas se amontonan, intentando escapar de ahogarse en la salsa que les acompaña, inconscientes,  que no saben que van a tener un destino mucho mejor….Gambas de buen tamaño, en su punto, sin estar muy duras ni muy blandas, con sabor picante y como suele pasar mientrás más tiempo las dejes más picante van almacenando, la salsa aunque picante, nada pesada ni pastosa. BASTANTE BUENAS.

Seguimos con unos Langostinos a la pPlancha…y de nuevo Langostinos por doquier, nada de una docena de langostinos o menos a los que nos tienen acostumbrados, 20 langostinos plancha y porque no les cabían más en el plato…o porque no usan bandejas más grandes, que si no, seguro que tambien lo llenan, eso si aunque estaban buenos, yo recordaba que la anterior vez que los pedimos en una mariscada a la plancha, tenían mejor sabor, eso si no dejaban de estar buenos y de ser frescos, la lástima que esta vez los encontramos más sosos, como si no hubieran llegado a coger todo el sabor en la plancha.

La verdad que estabamos ya bastante llenos, pero como vimos que ponía asador en la puerta y la otra vez solo probamos el marisco, esta vez no podíamos irnos sin probar la carne, por lo que elejimos un entrecot  con patatas, como elemento representativo,  y de nuevo nos encontramos con un entrecot en el plato de buenas dimensiones con patatones caseros fritos, la carne estaba perfecta y las patatas mágnificas, lástima que llegaramos algo astiados, a esta parada, porque si no, lo hubieramos disfrutado mucho más, ya que estaba mejor que en otros sitios que presumen de carnes a la parrilla.

Aunque parecía difícil hacer un hueco, el postre nos parece una parte importante de la comida, por lo que no pudimos satarnoslo, asi que pedimos un brownie, con nata y chocolate, aunque la nata parecía de spray, el postre en su conjunción estaba muy bueno de sabor, y el bizcocho en particular estaba bastante tierno y con mucho sabor a nueces, me gusto bastante.

Y después del postre y mientrás esperabamos la cuenta, los chupitos.…esta vez pedimos crema de orujo.

Para acabar como suele ser costumbre la cuenta.… 65 €

65 € para comer 2 personas, no es lo más barato del mundo, pero creo que en pocos sitios podemos comer en Madrid, estos productos a este precio, y además como siempre, otra vez no nos privamos de nada, podiamos haber comido por mucho menos, la lástima de este restaurante, es la zona en la que se emplaza,  que al no haber más zonas de restauración o de ocio en la zona, tienes que ir a posta a comer o cenar, pero no deja de ser una buena opción en el caso de que te encuentres cerca de Vallecas y te apetezca probarlo, no encontraras lujos en el restaurante, pero seguro que comes bien.