Comer en Madrid en los mejores Restaurantes

Viernes llegada  la hora de comer en Madrid y estando en el apuro de tener que invitar a un amigo, la última vez  él me había invitado a comer una buena carne en un restaurante de la zona de Vallecas bastante afamado por su cordero asado, por lo que decidí invitarle a comer en otro sitio donde preparan un estupendo lechazo asado.

Asi que le propuse ir  a comer al Restaurante Las Moreras, situado en el comienzo de la nacional A2 en la vía de servicio, este es uno de los pocos Restaurantes en Madrid que lleva más de 8 años abierto con tres generaciones dirigiendo el local que han sabido mantener el sabor original de la comida castellana, con platos contundentes y sabrosos.

¿Te atreves a dejarte llevar y descubrir con nosotros este rincón gastronomico de Madrid?

Para llegar es casi imprescindible hacer uso del coche ya que se encuentra justo antes del puente de san fernando si vamos desde Madrid, por si no queda claro, aporto el esquema de como llegar:

Como se aprecia en el esquema, las instalaciones del  Restaurante Las Moreras cuenta con dos Parkings gratuitos, uno a cada lado del restaurante, por lo que no tendremos que preocuparnos a la hora de aparcar.

Una vez dentro del complejo, podremos observar que el Restaurante Las Moreras,  tiene un salón para más de 100 comensales y una terraza aun mayor en la que es una delicia pasar las noches de verano cenando al fresco, en nuestro caso como estuvimos en Febrero y aunque no hacía mal día comimos en el salón, un salón decorado con trofeos de caza, con decoración sobría en la que encontramos, columnas, vigas y sillas de madera que le dan un toque rústico y castellano.

La terraza

El Salón

Lo primero el vino, debido a que uno de los dos comensales que estabamos a punto de comer tenía que conducir y como tomar el asado sin vino no sabe igual, pedimos un refresco para los primeros platos del conductor y una botella de vino de medio litro para el asado. De los pocos vinos de 3/8 que tenían en la carta nos decantamos por un Rioja Crianza, Ramon Bilbao, un vino vistoso, que tenía buen aroma y que dejaba un buen gusto en el paladar, vino que nos acompaño estupendamente en esta comida

Ya estabamos listos para comer, abrimos la carta y ya de primera nos llevamos una grata sorpresa, vemos que no vamos a pasar hambre, todos los platos que tenemos delante parecen contundentes, en su gran variedad de entrantes destacan sobre todo sus productos ibéricos  y de platos fuertes carnes a la brasa y asados,  aunque como en todo restaurante que se precie tienen su parte dedicada a los amantes de las ensaladas o del pescado, esta vez no iba a ser el caso.

Asi que nos decidimos por tres platos tradicionales, para compartir “Huevos con patatas fritas y choricito iberico” (eso de choricito….ya veremos luego) , “Ensaladilla Rusa” y 1/4 de lechazo estilo Aranda.

Ni cocina de autor ni leches ¡¡¡¡¡  Cocina sabrosa y para disfrutar el paladar ¡¡¡

De primero nos trajerón los huevos con patatas fritas y el “choricito” iberico, los huevos en su punto, con la yema totalmente liquida, las patatas caseras y sabrosas y el “choricito” hermoso, con un gran sabor a brasa pero manteniendo el sabor de ibérico, nada de un choricito para freir… un chorizo iberico a la brasa, para aquellos que recordamos estos platos de pequeños como algo sabroso y que nos volvían loco volveremos a nuestros origenes, hacía mucho que no comía algo con tanto sabor y tan contundente que hizo que no dejaramos nada en el plato.

Lo mismo no es lo más tipico en un restaurante de estas características pedir Ensaladilla Rusa, pero yo tengo un problema con este plato, soy un enfermo de el y haya donde vaya lo pido y como ya había ido a este restaurante recordaba que me había gustado, asi que hay teniamos nuestra Ensaladilla Rusa, una racion generosa de la cual no dejamos nada, la ensaladilla estaba realizada con una mahonesa suave y su textura era bastante blanda, sin encontrarnos ningún elemento desproporcionado ni duro, una gran conjunción de elementos que nos dejanron totalmente satisfechos y listos para pasar a nuestro plato principal. EL LECHAZO ¡¡¡

Aqui lo teníamos , 1/4 de Lechazo al estilo Aranda recien salido del horno, ummmmmmm desprendia un olor magnifico que viendo la foto me viene aun a la memoria,  acompañado con sus patatas asadas, y con la parte exterior crujiente, ummmmmm y con la suficiente salsa para poder disfrutar del Lechazo sin problemas.

La carne estaba tiernísima, había cogido todo el sabor de la salsa, lo suficiente para dejarnos el paladar estasiado,  y que nos hizo  disfrutar del cordero, de las patatas,  de la piel tostada y de la salsa hasta quedarnos sin nada en el plato. Todo un plato recomendable si te gusta comer un buen asado.

Aunque en el restaurante se enorgullecen de tener una de las mejores paletillas asadas de Madrid, y no lo puedo negar, deberían tambien de presumir de este lechazo que nos gusto de principio a fin y que hizo que sacaramos fuerzas de donde no teníamos para acabarnos el plato, menos alguna patatilla…

Llenos hasta reventar, pero con la obligación de la invitación a mi amigo tuvimos que llegar como siempre a la discusión de los postres, cosa que como somos bastante vagos lo dejamos a la elección del camarero que nos indico que tenían “Bizcochos Borrachos de Guadalajara”, asi que eso pedimos.

Estos bizcochos no estaban elaborados por el propio restaurante, los habían traido desde una pastelería de Guadalajara para ofrecerlos de postre, eso no le quito merito a este postre que es una mezcla de sabores, que se te deshace en la boca, a mi me recuerda a las claras de yema de avila, con un toque de canela y almibar, y a la vez empapado en licor, estaban riquisímos y dimos buena cuenta de ellos rápidamente.

Después de comer y con la barriga llena y el paladar satisfecho ya solo nos quedaba pagar…

Donde me toco invitar y pagar 70 € de los cuales aproximadamente el 60 % fueron destinados al plato principal nuestro Cuarto de Lechazo MAGNIFICO ¡¡¡

Asi que esperemos que os hayan quedado tantas ganas de ir al Restaurante Las Moreras como ganas se nos quedaron a nosotros de volver, sobre todo en cuanto habrán su terraza de verano y podamos estar disfrutando de sus carnes a la parrilla con una jarra de Sangria al fresco…. UMMMMM ¡¡¡